Buxi Revista de Bibliofilia. Tres




medida que los seres imaginarios aparecen en el arte simbólico del cual la heráldica es su mayor exponente, podemos suponer que han sido adoptados con un sentido obvio o latente, como lo es el caso de los animales reales los cuales por sí solos pueden constituirse como emblemas o prototipos.
Trataremos sobre los seres de cuya existencia no se cuenta con una evidencia directa de nuestros sentidos y de aquellas exageraciones o combinaciones de formas naturales aplicadas en el modelo de la heráldica simbólica heredada de la Edad Media. Muchas de las ideas de los escritores de ese período fueron, sin duda, derivadas de fuentes todavía más tempranas, como por ejemplo la historia clásica, el arte sacro y el basado en leyendas maravillosas de los viajeros de antaño, otras fueron acuñadas en base a sus propios deseos y temores. Desafortunadamente los libros que se refieren a la heráldica proporcionan una magra descripción de sus formas, con indicaciones mínimas sobre su historia o significado mientras que las ilustraciones son con frecuencia anodinas y faltas de destreza representando un arte sin alma. Milton nos lleva a terrenos insospechados al describir seres así:

             “¡Negra como la noche,
                Fiera como diez furias,
                terrible como el infierno!”